Su existencia está constatada desde antiguo. Un primer hospital se documenta en unas casas cerca de la plaza de San Pedro.
Considerado como un puente romano, resulta, sin embargo muy difícil precisar su cronología, pues se advierten en el puente varias etapas de construcción, con reedificaciones en la obra original.
Posiblemente ubicado sobre un yacimiento celtibérico anterior, consta de un recinto de planta triangular, sobre una “muela”, en cuyas faldas se desarrolla la población. Por el lado Oeste viene delimitado por el barranco de La Lobera. Actualmente casi sin restos, fue uno de los castillos más importantes de la frontera de Aragón con Castilla, aunque ya aparece nombrado en las crónicas de al Udrí y en el Cantar del Mio Cid.
Se trata de un edificio construido por los Marqueses de Ariza, de estilo clasicista y aunque no sabemos con exactitud la fecha exacta de su construcción, fue edificado con posterioridad a la guerra de Sucesión, 1700-1714, pues en algún documento se hace constar que los Palafox se refugiaron en el castillo, que fue atacado por las tropas del archiduque de Austria.
La iglesia de San Pedro de Ariza es de estilo sobrio herreriano, y fue construída en el año 1620.
La ermita de la Virgen del Amparo de Ariza se encuentra en la carretera que conduce a Cabolafuente.
De estilo sobrio, sencillo y sin adornos. Del edificio dedicado al convento se conserva poco y algo más de la iglesia. El convento sirvió como fuerte durante las guerras carlistas.
El templo de Santa María de Ariza es un excelente ejemplo de Hallenkirche o iglesia de planta de salón, en cuya fábrica —una de las más tempranas del quinientos aragonés— se sucedieron los maestros de cantería Martín del Campo y Juan de Durango.